Texto por Nadime Herrera 

A propósito de la alarma que se suscitó por el posible impacto del huracán Eta, me di a la tarea de investigar cuál es el estatus de las inundaciones provocadas por la tormenta Cristóbal en junio pasado sumadas a los efectos del Huracán Gamma y Delta. Para mi sorpresa las cosas siguen sin resolverse y creo que es prudente abordar el tema desde el punto de vista de arquitectos y constructores… ¿Qué estamos haciendo mal?… podemos culpar únicamente a la naturaleza de estos desastres?, Dada la cantidad de precipitación de los últimos meses, podemos justificar el estado de los fraccionamientos, edificios y pueblos en Yucatán y lavarnos las manos? 

Fotografía: El Diario de Yucatán

La respuesta para mí sigue siendo muy compleja y multifactorial; no cabe duda que el conjunto de fenómenos climatológicos que tuvimos este año ha elevado los niveles de nuestro manto freático a cifras históricas, que desde 2005 no teníamos tantos fenómenos uno tras otro atravesando la Península de Yucatán, pero sumado a esto, la ciudad de Mérida y sus alrededores han crecido de manera exponencial y, a mi juicio personal, desordenada, con autoridades haciéndose de la vista gorda para aprobar desarrollos a diestra y siniestra en “Pro de la economía del Estado”, los cuales en su mayoría no son supervisados ni avalados por estudios de impacto de suelo ni ambientales serios.

Todos los que nos dedicamos a la construcción en Mérida sabemos que estos estudios que nos exigen para aprobarnos los proyectos, están hechos a modo por expertos pagados por el desarrollador o propietario, velando únicamente por el interés de éste; dichos estudios son simplemente una formalidad y una gran cantidad de rollo para decir que un proyecto va porque va, con esto no estoy insinuando que todos los permisos sean aprobados de manera corrupta, pero sí que se ha tomado muy a la ligera la destrucción de las áreas verdes en nuestro estado para la construcción masiva de viviendas las cuales ni siquiera están en su totalidad vendidas ni ocupadas.

El caso más mediático de inundación en la ciudad es el que corresponde al “fraccionamiento X” (omitiré el nombre ya que muchos cumplen con estas omisiones), un fraccionamiento de interés social medio, en el cual los habitantes tuvieron niveles de hasta 1 m de agua dentro de sus viviendas. Los propietarios han hecho muy visible este suceso en redes sociales y han exigido a los constructores y autoridades municipales resuelvan esta situación. Lo triste del caso es que ha pasado más de un mes y las cosas siguen sin resolverse y lo peor sin que haya una solución a largo plazo. El nivel del agua ha bajado muy lentamente o ha sido retirada en pipas, ya que el manto freático está desbordado y no importa la cantidad de pozos que se perforen, el agua simplemente no se va. 

Fotografía: Por Esto!

Los propietarios de viviendas en el “fraccionamiento X” culpan a la constructora de este hecho, ya que afirman que durante la construcción se han drenado cenotes y rellenado cuevas subterráneas para dar paso a mayor cantidad de viviendas, también que el fraccionamiento no tiene suficientes áreas verdes. No puedo desmentir ninguna de las dos afirmaciones, pero en mi experiencia profesional me doy cuenta que lo primero que hacen cuando les entregan su vivienda es retirar la tierra y el pasto que la constructora coloca y llenar de concreto todo el rededor de la casa por qué no quieren tener que mantener un espacio ajardinado. Me he negado más de una vez a hacer esto para clientes y he tenido que convencerlos de dejar ciertas áreas permeables o árboles tratando de hacerles ver el beneficio en cuanto a confort climático, absorción, etc…. Basta darse una vuelta en cualquier fraccionamiento nuevo de constructores externos al sitio para notarlo. 

Fotografía: Por Esto!

Si a esto sumamos que el manto freático no tiene ya la capacidad de absorber el agua que cayó, tenemos la respuesta del porqué las calles siguen inundadas.

No solamente este fraccionamiento de interés medio tuvo este problema, también desarrollos de lujo como los clubs de golf más exclusivos están completamente encharcados sin poder absorber aún por completo el agua que cayó y que sigue cayendo con la llegada de los frentes fríos a la Península. 

Fotografía: Diario de Yucatán

También pueblos aledaños como Komchen, cuyos pisos son de tierra y sus calles también, están aún con el agua hasta la rodilla. Viendo esto sin duda no podemos evitar pensar si realmente es solamente culpa del ayuntamiento o de los fraccionadores; por supuesto que no, la pregunta es, ¿qué vamos a hacer de ahora en adelante para prevenir las pérdidas materiales y humanas tan cuantiosas que acarreó este desastre, ¿cuál es la parte que nos toca como creadores para garantizarle a nuestros usuarios viviendas de calidad sin importar el nivel socioeconómico?

Fotografía: Novedades Yucatán

 No tenemos que irnos muy lejos para ver ejemplos en la arquitectura local, tenemos ya construcciones elevadas como las que de unos años para acá se están realizando frente a la costa yucateca, no podemos ignorar más el hecho de qué el norte de la ciudad de Mérida es ahora una zona inundable, ha sido catastrófico ver aún el día de hoy los estacionamientos subterráneos de los principales centros comerciales del norte de la ciudad completamente inundados, sin qué hasta el momento hayan podido resolver el problema ni empleando buzos ni sistemas de bombeo.

El único paso deprimido de la ciudad en el corazón de prolongación de paseo de Montejo se encuentra aún como una hermosa piscina natural de aguas turquesa comparables al más limpio cenote, no estamos hablando de agua estancada, estamos hablando de agua que rebosó de los pozos de absorción. 

Fotografía: ECO Yucatán

No podemos seguir importando proyectos y pretender que funcionen en una ciudad cuyo nivel del mar en la zona centro es únicamente 8 m, aquí es donde viene el compromiso de las autoridades para regular y obligar a los constructores a modificar y regionalizar los proyectos ya sea comerciales o habitacionales, no podemos permitir que esto vuelva a ocurrir ya que no sólo representa un peligro para los usuarios sino que va en perjuicio de la plusvalía de su patrimonio, en este momento ni el más loco compraría una casa en el “fraccionamiento X” o un departamento con estacionamiento subterráneo.

Fotografía: ECO Yucatán

Ya podemos observar a las personas en foros de discusión preguntando cómo pueden asegurarse de que la casa que quieren construir no se va a inundar, nadie puede garantizarles al venderles un terreno que este no sea inundable, sobre todo si se encuentra al norte de la ciudad donde se están vendiendo terrenos de inversión cada vez más cerca del mar. ¿Cuál es la garantía que pueden tener? A mi manera de ver, la única garantía es toparse con un profesional que pueda diseñar un proyecto previendo no sólo la cantidad de precipitación sino también la humedad y el calor cada vez más intenso en Yucatán.

Fotografía: Por Esto!

Estas cosas ya no se resuelven con perforar más pozos o poner aires acondicionados hasta en el baño, estamos ante un reto creativo como profesionistas para innovar no solo en diseño sino también en materiales y métodos constructivos que se adapten a las condiciones climáticas, que si bien no van a repetirse (esperemos) cada año, si tienen que considerarse para la edificación del patrimonio de los clientes que confían en nosotros como Arquitectos / Constructores y que en muchos casos ponen todas sus ilusiones y recursos en un proyecto que piensan habitar por más de 15 o 20 años. Es importante mencionar que esto no aplica únicamente para la vivienda hecha a medida, el compromiso es aún mayor para las empresas que realizan casas en serie cuyo usuario final tiene un presupuesto más limitado y no puede aspirar a un proyecto por encargo. La vivienda social necesita transformarse para mejor, no como lo ha hecho en los últimos años, reduciéndose cada vez más para engordar los bolsillos de una minoría. 

Fotografía: Por Esto!

En este momento quien no tome en cuenta al diseñar los últimos acontecimientos estaría loco, esperemos que de ahora en adelante la arquitectura que hagamos sea más inteligente y se adapte al sitio como siempre debió ser.

“La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el paisaje en vez de desgraciarlo” Frank Lloyd Wright 

Staff AMX: Este texto ha sido enviado y redactado en su totalidad por su autora, Nadime H. quien es arquitecta radicada en la ciudad de Mérida, Yucatán con una reconocida trayectoria y quien ha vivido el tema de primera mano.

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